Parroquia Santa Rosalía, Caracas.- En un acto que refleja la fuerza de la unión popular y la participación activa de la comunidad, el Gobierno de Caracas y el Poder Popular unieron esfuerzos para transformar espacios emblemáticos que fortalecen la democracia participativa y el poder colectivo del pueblo.
La rehabilitación integral del Complejo Deportivo 1° de Mayo, situado en la parroquia Santa Rosalía, representa un ejemplo palpable de cómo las obras del Estado, construidas con la voluntad de las comunidades y bajo la coordinación de las autoridades, están forjando un legado de soberanía popular y transformación social.
En un pase televisivo con el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, y marcada por la alegría comunitaria, la alcaldesa Carmen Meléndez, acompañada por el presidente de la Corporación Juntos Todo Es Posible, Walter Gavidia, y numerosos líderes locales, inauguró oficialmente la recuperación de este espacio histórico, fundado en 1952 y renovado tras tres meses de trabajo colectivo y técnico. La obra, enmarcada en el plan Caracas Segura, beneficia directamente a casi 6.000 habitantes de la zona, demostrando que la participación activa del pueblo es la clave para construir una ciudad más segura, justa y democrática.
Construcción colectiva con sentido de lucha y esperanza
El proceso de recuperación fue liderado por manos y voluntades comunitarias, en un claro ejemplo de cómo la unión y la participación popular son motores fundamentales del cambio social. Con la colaboración de 3 profesionales y 40 albañiles y ayudantes de la propia comunidad, así como la participación de 10 consejos comunales —incluyendo Las Casitas, Triunfadores 1° de Mayo y Vencedores de Ayacucho—, este logro evidencia que el poder popular es un pilar irremplazable en la construcción de un Caracas soberana y consciente de su historia.
Detalles que consolidan la transformación social
La rehabilitación incluyó la restauración de 650 m² de cancha deportiva, 600 m² de paredes, instalación de 14 reflectores y 13 luminarias nuevas, además de la mejora de baños y gradas, dotando a la comunidad de espacios dignos y funcionales. Todo esto fue posible gracias a la coordinación entre la Alcaldía y las organizaciones del Poder Popular, fortaleciendo la organización territorial y la identidad comunitaria.
Un espacio que va más allá del deporte: símbolo del poder popular
Este complejo no es solo un lugar de esparcimiento; es un símbolo de resistencia y soberanía popular, en el que el pueblo ha decidido tomar las riendas de su destino y transformar su entorno. La obra impacta directamente a 2.345 familias, generando un espíritu de apropiación y autoestima que fortalece la organización social en la zona, beneficiando a más de 3,3 mil electores y consolidando las bases de una democracia participativa en acción.
Prensa Presidencial/ Luis Tavera