Líneas literarias que describen la etapa de una niña que intentaba sobrellevar y comprender la partida física de su padre, el comandante Eterno, Hugo Chávez.
Bellas Artes, Caracas. – «La barca de nuestros sueños inconclusos», un libro que nació desde la emotividad de una niña de 15 años que trataba de sobrellevar y comprender la partida física de su padre, el comandante Eterno, Hugo Chávez, un hombre que marcó la historia de la República Bolivariana de Venezuela.

En este sentido, Rosinés resaltó con relación a un dibujo que ese encuentra en la portada de esta obra literaria, que «esa era la barca de nuestros sueños inconclusos, y que las casualidades no existen», por lo que, con los años, se convirtió en una frase que marcaría un durante y un después de su niñez.
Al mismo tiempo, la joven escritora exteriorizó con gran sentir que el haberlo presentado en un espacio tan especial como la FILVEN, realmente fue un regalo, porque «este libro nació de muchos sentimientos, incomprensión, frustración, dolor, porque hablar desde el dolor, no es fácil», aunque el hecho de escribir ayuda a drenar y utilizar estas hojas en blanco para sanar emociones que no entendemos de niños».
«Este libro fue para mi un proyecto interno, personal, terapéutico para intentar entender las experiencias de la vida misma, porque el libro es un vínculo con el ser humano, con uno mismo», subrayó.
Asimismo, Chávez Rodríguez celebró la iniciativa del presidente Nicolás Maduro, quien con su iniciativa permitió que se retomaran y fortalecieran los espacios de lectura en papel, en físico, aseverando a su vez, que «uno como generación joven se acostumbra mucho a la pantalla sin saber todo el peligro que hay detrás de ella».
Por otra parte, comentó que este libro fue escrito como un regalo a su padre, que para el pueblo es el Comandante, ya que «no solo fue escrito desde mi alma y corazón, sino desde el corazón de millones de personas que yo sé que lo extrañan, los buscan y añoran».
En el mismo contexto, expresó que esta fue una manera de honrar su memoria y continuar recordando sus sueños; y por este motivo, el hecho de haber podido «utilizar estos espacios, es una alegría inmensa», en vista que ya estas líneas plasmadas en físico están no solo en las manos de sus familiares, sino del pueblo que la ha visto crecer.
Prensa Presidencial/ Irmary Díaz