Fuerte Tiuna, Caracas.- La reciente imposición de sanciones por parte del Gobierno de Estados Unidos a la empresa Chevron ha generado un impacto negativo en el canal de comunicación establecido entre la República Bolivariana de Venezuela y la administración estadounidense.
Esta decisión truncó la programación de retorno para los venezolanos migrantes que sufren abusos y persecución en tierras norteamericanas, así lo destacó el presidente constitucional Nicolás Maduro.
Durante su intervención en la Gran Marcha por el Día Internacional de la Mujer, el Mandatario subrayó la importancia de las comunicaciones abiertas, lamentando las consecuencias de las sanciones sobre el Plan Vuelta a la Patria, que ha permitido el regreso de venezolanos en situaciones adversas.
“Con esta medida, han dañado las comunicaciones abiertas con EE.UU. y eso afecta a quienes solo buscan un futuro mejor”, expresó.
El presidente Maduro condenó la persecución que sufren los migrantes, resaltando la necesidad urgente de cesar estas agresiones.
“Los migrantes merecen respeto humano. Sus derechos deben ser garantizados”, denunció. Esta manifestación de solidaridad hacia los venezolanos en el exterior resuena con la lucha global por los derechos humanos, un tema que sigue siendo ignorado por ciertas administraciones.
Además, el Presidente señaló la complicidad de la administración estadounidense al encubrir la corrupción del prófugo Juan Guaidó y su círculo cercano.
“Ellos han ocultado las evidencias de su corrupción, mientras intentan resucitar un modelo fracasado”, declaró. Ante esta situación, el jefe de Estado reafirmó su compromiso con la paz y la unidad nacional, desafiando las continuas agresiones tanto internas como externas: “Ni el uno ni el dos ni la fascista de María Corina Machado podrán con nosotros. La paz y la unión triunfarán por encima de todo”.
Venezuela sigue firme en su búsqueda de soluciones pacíficas que protejan a cada uno de sus ciudadanos, en un contexto donde la dignidad y los derechos humanos deben prevalecer.
Prensa Presidencial/ Luis Tavera