Casona Aquiles Nazoa, Caracas.- El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, expresó este miércoles, durante la XIII Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), su absoluta solidaridad con el pueblo y el Gobierno de Venezuela, frente a lo que calificó como una inadmisible provocación por parte de los Estados Unidos (EE.UU.).
La declaración se produce tras el despliegue de fuerzas militares estadounidenses en el mar Caribe, lo que el Mandatario boliviano describió como una abierta amenaza a la paz regional, que vulnera la soberanía de los Estados latinoamericanos.
La estrategia militar de EE.UU., bajo el pretexto de combatir el narcotráfico, busca en realidad ocultar su verdadero objetivo: controlar geopolíticamente a América Latina y sus recursos naturales. El presidente recordó que tácticas similares ya se usaron en la década de los 80, con un resultado fallido, y señaló que la verdadera lucha contra las drogas debe empezar por acabar con la demanda dentro del territorio estadounidense.
«Esta estrategia ya fue desplegada en la década de los 80 del siglo pasado y su resultado da cuenta de un fracaso», afirmó, para luego criticar que el imperialismo no haga lo suficiente para detener a las industrias de armas y la cultura banal que acompañan a los empresarios de la droga.

No al complot
El Presidente boliviano también hizo referencia a la recompensa que EE.UU. ofrece por la detención del presidente Nicolás Maduro, calificándola como un acto inaceptable de injerencia y un ataque directo a la soberanía de Venezuela. En ese sentido, comparó la medida con los complots que en el pasado las agencias de inteligencia ejecutaron para asesinar a líderes como el comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro, y el comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
Finalmente, enfatizó que la seguridad de los pueblos no se construye con la presencia de buques de guerra ni tropas extranjeras. En su lugar, la paz y la estabilidad se logran a través de una mayor integración, justicia social, democracia y soberanía en la región.
Prensa Presidencial / Iliana Rosales