Managua, Nicaragua.- Una llovizna cayó sobre la emblemática Plaza de la Revolución de la capital nicaragüense en la víspera del acto en el cual Daniel Ortega Saavedra tomo juramento como Presidente de la República.
Entre los asistentes, destaca la generación de relevo, juventud nicaragüense, valiente y luchadora ataviada de colores blancos y azul de la bandera centroamericana; variedad de flores adornaban el espacio para festejar, la victoria de la dignidad.
A su llegada, lleno de aplausos fue recibido el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, para posteriormente ser abrazado por el anfitrión Daniel Ortega. La ovación continúo cuando llegó Miguel Diaz-Canel, presidente de la República de Cuba, país que acompaña a Venezuela y Nicaragua en la lucha contra las arremetidas imperiales.
La toma de posesión también fue acompañada por delegaciones de América, Asia, Oriente Medio, Europa, y América del Norte.
El acto solemne comenzó cuando el Consejo Supremo Electoral entregó las credenciales y banda presidencial correspondientes al mandatario Daniel Ortega y a la vicepresidenta Rosario Murillo Zambrana, quienes ratificaron su compromiso con los héroes y mártires del pueblo nicaragüense y la Patria toda.
Ortega, quien fue reelecto con el 75% de los votos, rechazó y exigió el levantamiento de las medidas coercitivas unilaterales en contra de los pueblos de Venezuela y Cuba; al tiempo que repudió el doble rasero con el cual Estados Unidos y la Unión Europea tratan el tema de los derechos humanos.
El líder sandinista además esbozó las compuertas que se abren entre Nicaragua y la República Popular China en materia de cooperación binacional durante este nuevo periodo presidencial, y agradeció al gigante asiático toda la solidaridad para la lucha contra la pandemia del COVID-19 en el territorio centroamericano.
Daniel Ortega recordó que lo primero que hizo la Revolución Sandinista al llegar al poder fue brindar alfabetismo, entregar viviendas a la población, tierra a los campesinos, mejorar la salud y crear condiciones para atender al pueblo.
En ese sentido, aseveró que continuará trabajando incansablemente para erradicar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de los nicaragüenses.
“Vamos a seguir luchando siempre con dignidad, defendiendo siempre la Patria y la soberanía, porque solamente con soberanía y con conciencia es que se logran alcanzar las grandes victorias ¡Qué viva Nicaragua Bendita y siempre libre! ¡Sandino vive! ¡Patria libre, o morir!” concluyó.
Prensa Presidencial / Joelin Jiménez