Palacio de Miraflores, Caracas.- Nunca ocultó su fanatismo por los Navegantes del Magallanes. En más de una ocasión, Hugo Chávez repitió: «Estamos siempre contigo», sobre todo cuando enfrentaban algún juego decisivo para mantener vivas sus aspiraciones en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
Hoy, seguramente, estaría celebrando al ritmo de la canción «Magallanes será campeón», de Billo’s Caracas Boys, la conquista del 13° título de su historia, después de una larga sequía de ocho temporadas sin acariciar la gloria.
«La Nave» se coronó este martes ante Caribes de Anzoátegui, luego de estar dos veces en desventaja en la serie final. El pitcheo sería la clave de una victoria de 3 carreras por 2, nada más y nada menos que en patio ajeno: el estadio Alfonso «Chico» Carrasquel de Puerto La Cruz.
Un cuadrangular de Ángel Reyes rompió el empate 2-2 en el octavo episodio, justamente contra el experimentado lanzador Yohan Pino, quien reapareció en el montículo un día después de anunciar su retiro como jugador activo.
Navegantes del Magallanes logró lo que se creía imposible, coronándose bajo las órdenes de un manager que durante 12 temporadas vistió el uniforme de su eterno rival: Leones del Caracas, sin contar que asumía su primera experiencia como estratega en Venezuela tras cosechar éxitos en México.
Wilfredo Romero, nacido en el estado Aragua, supo llevar a «La Nave» a puerto seguro, ganando la ronda eliminatoria (32-17) e igualar con Caribes de Anzoátegui en el Round Robin (10-6).
De esta manera, Navegantes del Magallanes se impuso a la sanción impuesta por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) que impide la contratación de jugadores o dirigentes de la Major Leage Baseball (MLB) a raíz de las restricciones ilegales de Estados Unidos (EE.UU.) contra autoridades y funcionarios del Gobierno Nacional. Al 21 de diciembre de 2021 aún no había veredicto sobre la sanción que también afecta a Tigres de Aragua.
La capacidad de «La Nave» para superar los reveses dentro y fuera del diamante era una característica admirada por Hugo Chávez, quien desde niño destacó por la solvencia de su curva para engañar a los bateadores de turno.
Su devoción por los bucaneros era tal que lo llevó a inscribirse en la Academia Militar «porque quería ser pelotero del Magallanes», diría Chávez.
¿Y cómo no? Si en sus filas se formó el pelotero que más admiró: Néstor Isaías «El Látigo» Chávez, quien defendió a los Navegantes del Magallanes.
El amor por «La Nave» lo acompañó hasta su último suspiro. Aunque no se convirtió en uno de lanzadores, siempre avivó su triunfo con un «¡Fuerza Magallanes!» desde el lugar que estuvo.
Ahora, Navegantes del Magallanes llevará sus batazos, pitcheo y dignidad a República Dominicana, dónde encarará la Serie del Caribe con la ilusión de alzar por tercera vez en su historia el título de campeón.
Prensa Presidencial / Karelis González