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Octava Estrella: Reivindicación histórica y símbolo de la Revolución Bolivariana

porPrensa Presidencial

Mar 9, 2025

A 19 años de la incorporación de la octava estrella en la bandera de la República Bolivariana de Venezuela no es un mero cambio estético o legal, sino un acto de profundo significado histórico y político que reafirma la identidad nacional y el legado del Libertador Simón Bolívar. Esta decisión, impulsada por el Comandante Chávez en 2006, rescata un símbolo patriótico que había sido relegado por décadas, enfrentando la manipulación mediática de grandes corporaciones que buscaron tergiversar su verdadero valor.

Palacio de Miraflores, Caracas.- La historia de la bandera venezolana es un reflejo de las luchas y transformaciones que han definido a la nación. Desde su creación por Francisco de Miranda en 1806 y su declaratoria en 1811 por el primer congreso venezolano, la bandera ha sido un estandarte de libertad y unidad. Sin embargo, fue en 1817, durante la guerra de independencia, cuando Simón Bolívar decretó la incorporación de la octava estrella tras la liberación de Guayana Esequiba.

Este acto no sólo simbolizó la incorporación de una provincia más a la república en ciernes, sino que también reforzó el compromiso del Libertador con la independencia y la soberanía plena de Venezuela.
“El decreto de Bolívar, firmado en Angostura, fue ratificado por la Asamblea Nacional en 2006, para añadir la octava estrella a la Bandera Nacional.”

Así lo destacó el profesor Lionel Muñoz Paz, investigador de la Universidad Central de Venezuela y diputado de la Asamblea Nacional, quien en entrevista exclusiva con Prensa Presidencial dijo: “El origen de la octava estrella tiene un carácter histórico”. Aunque la ley de 1954 había eliminado esta estrella, su fundamento se remonta al decreto de Bolívar en noviembre de 1817.

“La octava estrella es la que decretó Bolívar”, afirmó Muñoz Paz, subrayando que su reintroducción en 2006 no fue un capricho, sino un acto de justicia histórica.

Más que un símbolo, una reivindicación

La decisión del Comandante Chávez de reinstaurar la octava estrella en 2006 no solo corrigió un error histórico, sino que también reafirmó la identidad nacional en un momento crucial para la Revolución Bolivariana. Según Muñoz Paz, “hoy día, la octava estrella está incorporada a nuestra bandera no solo por razones legales, sino por razones simbólicas”. Este símbolo ha sido adoptado por el pueblo venezolano, que lo iza y lo porta con orgullo, reconociendo su profundo significado.

Sin embargo, este acto de reivindicación histórica no ha estado exento de controversias. Grupos de oposición han intentado borrar la memoria histórica, utilizando la bandera de siete estrellas o alterando sus colores como forma de protesta. Muñoz Paz hizo un llamado al respeto por los símbolos patrios: “Negar la octava estrella es negar nuestra historia”. Este rechazo no solo es una afrenta al gobierno bolivariano, sino también al legado de Simón Bolívar y a la lucha por la independencia y la soberanía nacional.

Guayana Esequiba: Un símbolo de soberanía

La octava estrella no sólo representa a Guayana como provincia histórica, sino que también reivindica el derecho de Venezuela sobre el territorio Esequibo, un tema de especial relevancia en la actualidad. Muñoz Paz recordó que en 1811, Guayana permaneció del lado del Consejo de Regencia en España, desconociendo la declaración de independencia. Su liberación en 1817 fue un acto de gran significación política, que Bolívar quiso perpetuar en la bandera nacional.

La decisión del Comandante Chávez de rescatar este símbolo no sólo honra la memoria de Bolívar, sino que también establece un paralelismo entre la lucha por la independencia en el siglo XIX y la lucha actual por la justicia social y la soberanía nacional.

“La estrella de Bolívar que se decretó con la liberación de Guayana” es, en palabras de Muñoz Paz, un recordatorio de que la identidad nacional se construye sobre la base de la historia y la memoria colectiva.

Contexto histórico de la bandera venezolana

La bandera venezolana ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de su historia. Desde su creación por Francisco de Miranda en 1806, pasando por la declaratoria en 1811 por parte del primer congreso venezolano, hasta la incorporación de las siete estrellas en 1817, la bandera ha sido un símbolo de la evolución política y social del país. Sin embargo, fue en 1817, tras la liberación de Guayana, cuando Simón Bolívar decretó la incorporación de la octava estrella, reconociendo la importancia estratégica y simbólica de esta provincia.

Durante el período de la Gran Colombia, las estrellas desaparecieron de la bandera, y no fue hasta mediados del siglo XIX, con la Federación, que reaparecieron las siete estrellas originales. Estas estrellas estuvieron ubicadas en la franja amarilla del tricolor, y luego se trasladaron a la franja azul en forma circular. Finalmente, en el siglo XX, adoptaron la forma semicircular que tienen actualmente.

La octava estrella y la Revolución Bolivariana

La inclusión de la octava estrella en 2006 no fue un acto aislado, sino parte de un proceso de reivindicación histórica impulsado por la Revolución Bolivariana. El Comandante Chávez, basado en el decreto de Bolívar de 1817, propuso la reincorporación de esta estrella al pabellón nacional.

Para ello, la Asamblea Nacional derogó la antigua ley de 1954 y aprobó una nueva ley que incluía los cambios respectivos.

Este acto corrigió un error histórico y reafirmó la identidad nacional en un momento en que la revolución luchaba por la justicia social y la soberanía hasta lograr la estabilidad política y la paz que 19 años más tarde viven los venezolanos. La octava estrella se convirtió así en un símbolo de resistencia y orgullo para el pueblo venezolano, que la iza y la porta con honor.

El legado del Comandante Chávez

El legado del Comandante Chávez resuena en esta revalorización de la octava estrella, que se erige como un símbolo de un cambio profundo en la estructura social y política del país. “La estrella de Bolívar que se decretó con la liberación de Guayana” es, en palabras de Muñoz Paz, un recordatorio de que la lucha por la soberanía y la dignidad nacional es un deber que trasciende generaciones.

Este acto de reivindicación honra la memoria de Bolívar, también establece un paralelismo entre la lucha por la independencia en el siglo XIX y la lucha actual por la justicia social y la soberanía nacional. La octava estrella es, sin duda, un faro de esperanza en la búsqueda de un futuro más justo y equitativo para todos los venezolanos.

La octava estrella en la bandera de la República Bolivariana de Venezuela trasciende su forma física para convertirse en un símbolo de resistencia, identidad y lucha por la justicia. Su reintroducción en 2006 no solo honra el legado de Simón Bolívar, sino que también reafirma los ideales de la Revolución Bolivariana en un contexto de desafíos y adversidades.

Frente a la manipulación mediática y los intentos de borrar la memoria histórica, la octava estrella se erige como un faro de esperanza, recordándonos que la lucha por la soberanía y la dignidad nacional es un deber que trasciende generaciones. En palabras de Muñoz Paz, este símbolo “no sólo representa nuestra historia, sino también nuestro futuro”. La octava estrella es, sin duda, un llamado a la unidad y al respeto por los valores que nos definen como nación.

Prensa Presidencial/ Luis Tavera