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San Petersburgo: Un puente de paz y hermandad en la ruta de la Revolución Bolivariana

porPrensa Presidencial

May 13, 2025

San Petersburgo, Rusia.- El paso del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, por San Petersburgo, Rusia, el 10 de mayo de 2025, no fue sólo una visita oficial; fue un acto cargado de simbolismo y una reafirmación de la hermandad y cooperación entre dos naciones que, a lo largo de la historia, han mantenido la llama de la lucha revolucionaria encendida.

A su llegada en tren a la icónica estación Moskovsky, el presidente Maduro reflexionó sobre el poder de los encuentros que forjan una diplomacia solidaria, dejando claro que cada paso en esta histórica ciudad es un camino hacia un futuro de paz y cooperación.

Arribo histórico

Con la majestuosidad de una ciudad que ha sido cuna de grandes líderes, el jefe de Estado llegó a San Petersburgo cargado de un mensaje claro. En el Cementerio Memorial Piskarióvskoye, honró a los caídos en el asedio de Leningrado, un acto que resonó profundamente con el espíritu patriota que define a Rusia.

«Si hay una ciudad legendaria en el mundo, esa es Leningrado, hoy San Petersburgo, que sufrió un asedio que intentó eliminar su esencia,» afirmó el presidente, evocando la memoria de una lucha histórica que sigue viva en la consciencia colectiva.

Lazos de hermandad 

La jornada continuó con su recepción en la Catedral de San Pedro y San Pablo, donde se sintió el peso de la historia. En este escenario, el jefe de Estado miró al pasado y conectó la resistencia soviética contra el nazismo con la lucha actual de Venezuela contra el imperialismo.

Este diálogo histórico se enfatizó aún más cuando estuvo en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, donde realizó el tradicional disparo de la Toma del Mediodía, un ritual que simboliza no solo la defensa de la patria, sino también el compromiso por el bienestar del pueblo.

Encuentro para la Cooperación

En el Palacio Smolny, el Dignatario se reunió con el gobernador Alexandr Beglov.

Este encuentro no fue sólo un gesto protocolar, sino una reafirmación de la cooperación entre ambas naciones. En esta reunión, se discutieron acuerdos concretos que prometen aumentar la producción de petróleo y gas, abriendo nuevas puertas a la prosperidad económica para Venezuela en medio de las duras sanciones internacionales.

El legado de Lenin 

Una de las paradas más significativas durante el recorrido por el Museo del Palacio Smolny, fue en la oficina de Lenin, un lugar que evoca la historia revolucionaria de resistencia de San Petersburgo.

Este momento fue una poderosa alegoría de la lucha por un mundo multipolar y no dominado por los intereses unilaterales.

El presidente Maduro subrayó la importancia de este legado al vincularlo con la actual lucha contra el fascismo moderno representado por las políticas de Estados Unidos y la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN.

Venezuela y su respaldo a la Paz 

Al finalizar su visita, el presidente venezolano dejó en claro su total apoyo a un diálogo entre Rusia y Ucrania, llamando a la paz justa en línea con la narrativa rusa sobre el conflicto.

Este llamado a la paz resuena como un eco de la Diplomacia Bolivariana de Paz, donde Venezuela busca no dejarse aislar por las sanciones occidentales, sino más bien consolidar alianzas estratégicas.

Análisis del contexto geopolítico

En la actualidad, el resurgimiento de corrientes nazis y fascistas subraya la importancia de la unión entre naciones que comparten una visión de respeto, justicia social y soberanía. En este contexto, la visita del presidente Maduro a la Federación de Rusia adquiere una relevancia especial.

El analista internacional Ali Rojas ofreció en exclusiva a Prensa Presidencial una perspectiva clara sobre las implicaciones de esta agenda de paz y cooperación.

“Desde el reconocimiento del 80 aniversario del Día de la Victoria, Rojas señaló que el legado de la guerra antinazi se entrelaza con la resistencia contemporánea de Venezuela frente a la violencia imperialista.” 

Este enfoque histórico no sólo establece un paralelismo entre el pasado y el presente, sino que también subraya la lucha de Venezuela por mantener su soberanía en un contexto de presión externa.

La cooperación estratégico-militar entre Venezuela y Rusia:

La colaboración entre estas naciones no es fortuita, sino que refleja un entendimiento mutuo sobre sus respectivas luchas. Rojas enfatizó que “esta narrativa sobre la lucha contra el fascismo se traduce en una hermandad ideológica que refuerza la cooperación militar y energética entre Venezuela y Rusia.” 

La alianza se manifiesta en acuerdos que no sólo prometen revitalizar la economía venezolana a través de inversiones en el sector energético, sino que también buscan modernizar las capacidades defensivas del país sudamericano.

Construyendo un futuro multipolar:

En el actual panorama global, donde la soberanía de las naciones es un tema recurrente, Rojas describió cómo “ambas naciones, cada una enfrentando sus propios desafíos de soberanía e independencia, proyectan un futuro donde su alianza es pilar fundamental en la búsqueda de un mundo multipolar.” 

Este enfoque no solamente desafía la hegemonía de los actores occidentales, sino que también reafirma un legado histórico compartido que une a Venezuela y Rusia en su lucha contra el imperialismo.

Un viaje con múltiples significados:

Por último, la visita del jefe de Estado a San Petersburgo simboliza más que un acto diplomático; es “una celebración no sólo de la memoria histórica, sino también de la resistencia ante un presente incierto.” 

En estos tiempos adversos, la unión de Rusia y Venezuela se presenta como un bastión de fortaleza y determinación, listos para enfrentar el futuro “codo a codo, en la defensa de sus respectivos ideales revolucionarios.”

Esta alianza se reafirma, mostrando un compromiso inquebrantable con sus principios y objetivos compartidos.

Prensa Presidencial/ Luis Tavera