Caracas, Venezuela. – Con motivo de la llegada del Niño Dios, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, envió un emotivo mensaje colmado de amor y reflexión al pueblo venezolano, destacando el valor del reencuentro familiar, la esperanza y la unión como pilares esenciales para la construcción del porvenir nacional, y de la autodeterminación pese a las constantes amenazas imperiales que enfrenta la Nación.
En un ambiente lleno de color, parrandas navideñas, villancicos y al son de la salsa, las familias venezolanas recibieron los más sinceros y afectuosos deseos de alegrías, prosperidad, paz y bendiciones, por parte del líder de la Revolución Bolivariana, el conductor de victorias de la Revolución.
Al caer la noche de esta Navidad 2025, desde el Afinque de San Agustín, el Jefe de Estado expresó, que «estas tierras y estas calles son nuestras escuelas, nuestra universidad. Aquí nos forjamos nosotros, entre los corredores, junto al pueblo, entre los tambores de Mandinga y de Ricardo, y del Grupo Madera que levantó su voz de rebeldía y sus cantos por siempre».
El Dignatario también manifestó con alegría que esta «es la tierra de los santos, de los sabios, y de los valientes patriotas como San José Gregorio Hernández y como la Santa Carmen Rendiles», como los vecinos y vecinas de cada comuna, de cada comunidad que ahora escriben y cantan su propia canción porque ahora si tienen voz y su conciencia».
En la misma línea, precisó que los venezolanos tienen su dignidad inquebrantable, porque es una tierra santa que ha sido dotada con un alma buena y victoriosa.
«Escuchar esta melodía, es una bendición que nos ofrece la vida, una voz llena de bondad y optimismo, como el niño y la niña, que nace hoy bajo la Estrella de Belén», dijo con sentimiento el presidente Maduro.
Es importante destacar que el presidente Maduro ha reiterado en todo momento que Venezuela tiene la certeza de que, con fe intacta, en el país prevalecerá la soberanía y la felicidad.
Prensa Presidencial/ Irmary Díaz