Estado Mérida. – El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, junto a la Primera Dama de la República, Cilia Flores, y miembros de su gabinete, realizó una visita significativa a la Catedral y Museo Arquidiocesano de Mérida, en el marco de su recorrido por la región andina tras el lanzamiento de la Gran Misión Madre Tierra Venezuela.
El arzobispo de Mérida, monseñor Helizandro Terán Bermúdez, recibió con calidez al mandatario y su comitiva, destacando la importancia de este encuentro como un puente entre la fe, la cultura y el compromiso social. Durante la visita, Maduro conoció el patrimonio histórico-religioso que alberga el Museo Arquidiocesano «Antonio Ramón Silva García», uno de los más emblemáticos del país por su riqueza artística y espiritual.
Un espacio de memoria y fe
El museo, custodiado por la Arquidiócesis de Mérida, cuenta con tres salas que guardan tesoros invaluables:
– Campanas históricas, como la Ave María y San Pedro, donde destaca una campana del año 909 d.C., considerada la segunda más antigua del mundo en conservación.
– Objetos litúrgicos que narran siglos de devoción popular.
– La momia de una joven indígena, testimonio de los primeros habitantes de la Sierra Nevada, símbolo de las raíces ancestrales de Venezuela.
Un diálogo necesario
La visita del presidente Maduro refuerza el espíritu de encuentro entre el Estado y la Iglesia, en un momento donde la defensa de la vida, la justicia social y el cuidado de la casa común —como lo planteó el Papa Francisco— son ejes fundamentales. El arzobispo Terán reiteró el compromiso de la Iglesia con la paz y el bienestar del pueblo venezolano, mientras el mandatario reconoció el legado cultural y espiritual que preserva la Arquidiócesis.
Este acto, más allá del protocolo, refleja la confluencia entre identidad histórica y transformación social, valores que tanto el Gobierno Bolivariano como la Iglesia Católica promueven desde sus respectivos roles.
Prensa Presidencial/ Luis Tavera