Asamblea Nacional, Caracas.- Tras las amenazas permanentes que el Imperio norteamericano tiene hacia la República Bolivariana de Venezuela, el Mandatario nacional, Nicolás Maduro Moros, ante el Poder Legislativo, altos funcionarios del Estado y representantes de partidos políticos de oposición, dio a conocer su pragmática postura de estar al servicio del país para salir al combate.
Citando la Proclama del General Cipriano Castro por el Bloqueo Extranjero, el Presidente leyó con gran emocionalidad: «Mi aspiración mayor es ver a mi Patria grande, próspera y feliz».
Tras un recuento histórico de los grandes procesos y luchas de nuestros próceres venezolanos, para la libertad e independecia de Venezuela, el Mandatario venezolano mostró con memorables ejemplos las infinidades de veces que la Patria de Bolívar ha sido víctima de las acciones imperiales. Fue el líder venezolano, Cipriano Castro, quien marcó una huella imborrable en la que salvó, milagrosamente, el gentilicio nacional, aquel 9 de diciembre de 1902, frente a las escuadras alemanas e inglesas.
Un poco de historia
Aquellas tropas de Alemania, del Imperio Británico y del Reino de Italia, vinieron por la venganza histórica a descuartizar y acabar el sueño de los libertadores en su propia cuna: Venezuela. Fue el llamado de Cipriano Castro a militares, líderes políticos de los partidos de oposición del gran pueblo patriótico, líderes empresariales y a la juventud de Venezuela, lo que los hizo coincidir a finales de noviembre de 1902 para que se lograra la victoria antiimperialista.
Es así como el jefe de Estado, Nicolás Maduro Moros, hizo hincapié en demostrarle al pueblo de Venezuela que el país atraviesa por «momentos decisivos para la vida de nuestra nacionalidad», precisó.
Siendo así, como Cipriano Castro se puso al frente de aquella batalla y triunfó la soberanía nacional y fueron expulsados los imperios británicos, Alemán y el Reino de Italia; el Presidente de Venezuela pidió al país mayor compromiso y lealtad con la Patria, sin desconocer que siempre habrá traidores.
Entre sus grandes conclusiones, el Dignatario de Venezuela reiteró que frente a retos parecidos, de amenazas recurrentes, «frente a lo que yo he llamado un refrito de amenazas, que combina la guerra psicológica diaria con la guerra económica diaria», hay que hacerle frente en unión perfecta.
Prensa Presidencial/ Claudia Guerra Méndez