Casa Amarilla, Caracas.- “Capacidad para construir y hacer es la gran auto exigencia que nosotros como gobernantes tenemos permanentemente”, aseveró el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, este martes 12 de abril.
“Estamos obligados a acabar con cualquier vestigio de egos, egolatrías, corruptelas, nosotros sabemos que el cielo se gana con la buena actuación aquí, en esta tierra, en esta vida, tengo esa certeza, esa convicción absoluta en mi vida desde hace mucho tiempo”, dijo el Mandatario durante un discurso pronunciado durante las exequias de la Ministra del Poder Popular para la Educación Universitaria, Tibisay Lucena.
En esa línea, el Jefe de Estado reflexionó sobre el ejemplo de humildad, compromiso y desprendimiento de quien también ejerció la rectoría del Consejo Nacional Electoral (CNE) durante 14 años.
“Cuando se discutió la renovación del Poder Electoral ella -Tibisay Lucena- fue la primera que, de manera pública y en privado, puso su cargo a la orden (…)” para facilitar cualquier diálogo, entendimiento y acuerdo que fortaleciera la participación política en el país. “Un gesto de humildad, de desprendimiento. No se creía ella dueña de poderes, de cargos, no, sencillamente cumplía su misión y eso a mí me impresionó”, expresó el presidente Maduro.
El Dignatario además resaltó que cuando se habla de democracia y de República indiscutiblemente se debe tener un Poder Electoral que de facilidades y garantías al pueblo para que participe, decida, vote y elija.
En ese sentido, exaltó los valores de Lucena, a quien calificó de persona valiente y patriota, arquitecta, ingeniera y obrera en la construcción del “poderoso Poder Electoral del siglo XXI, absolutamente confiable que hoy tiene Venezuela”.
Tibisay Lucena, nacida en el estado Lara el 26 de abril de 1.959 fue protagonista de una nueva era electoral que saldó la deuda histórica del puntofijismo; cambió de paisaje este 12 de abril dejando un ejemplo, dignidad, trabajo y dedicación permanente.
“Sé que los seres de luz que son capaces de brillar y dar ejemplo en esta vida tienen garantizada la paz eterna, tienen garantizada la vida y la inmortalidad y estoy seguro que así ha sucedido con nuestra hermana, que hoy nos abandonó físicamente pero que estará espiritualmente a nuestro lado en los años que están por venir. ¡Honor y gloria eterna a Tibisay Lucena!”, concluyó el Presidente.
Prensa Presidencial/Bianca Borrero