Ciudad de Kuwait, Kuwait.- En el acta de nacimiento de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), creada el 14 de septiembre de 1960, Venezuela rubrica como fundador en conjunto con Arabia Saudita, Irak, Irán y Kuwait, al momento, responsables del 88% de la exportación mundial de crudo.
Bajo el liderazgo del venezolano Juan Pablo Pérez Alfonzo, considerado «El padre de la OPEP», guío su accionar en la defensa de un mercado energético equilibrado a partir de políticas conjuntas que garantizarán precios justos para productores, así como abastecimiento eficiente y regular a consumidores.
Venezuela desempeña un papel protagónico en la estabilización de los precios del petróleo, lo que se evidencia con la aprobación en Caracas del Estatuto de la OPEP en 1961 y la celebración de la II Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la OPEP en el 2000, esta última a 25 años del encuentro de Bagdad.
En Caracas se definen los desafíos del bloque energético, fundamentalmente los relacionados con la igualdad y el equilibrio ecológico que serían expuestos por el Comandante Hugo Chávez ante representantes de los 13 Estados miembros de la OPEP.
En este sentido, Venezuela planteó un diálogo constructivo en el sector petrolero con la premisa de preservar la vida en el planeta a partir de un proceso de refundación «con la misma esencia, ahora en medio de un mundo azotado hoy mucho más que ayer por la desigualdad, el subdesarrollo y la pobreza».
«La OPEP manifiesta su altísima preocupación por el equilibrio ecológico para asegurar, entre todos, la vida sustentable, pero ratificamos que el problema es de todos, no solo es de los países productores, es de los países consumidores (…) La Cumbre de la OPEP se pone al lado, como siempre ha estado, de los pobres de la tierra cuando reconocemos y llamamos al mundo a reconocer que la mayor tragedia ambiental que confronta ese mundo nuestro es la pobreza humana y cuando llamamos a luchar todos por un desarrollo económico y social igualitario para erradicar la pobreza y en esto nos sumamos a la declaración de la Cumbre del milenio», puntualizó Chávez.
La OPEP atravesó una crisis en el año 2000 a causa del desajuste entre la oferta y la demanda, siendo Hugo Chávez quien asume la responsabilidad de promover el rescate del bloque petrolero con una gira por los países fundadores que perseguía la diversificación del mercado nacional e internacional.
En simultáneo, la OPEP se enfrentó a la satanización de poderes hegemónicos que la consideraban una amenaza por sus principios de defensa de la soberanía de los países fundadores. Al respecto, Chávez subrayó que «la OPEP siempre ha significado una bandera de independencia y precisamente independencia de nosotros los países del Sur».
Venezuela acumula las mayores reservas de petróleo con 304.000 barriles, lo que supone una cuota de mercado del 18%. Asimismo, suma 197,1 billones de pies cúbicos de gas natural en reservas probadas, ubicándose en el octavo lugar a escala mundial.
En su condición de fundador, Venezuela desempeña un rol estratégico dentro de la OPEP en el nuevo orden mundial y geopolítico en función de alcanzar el equilibrio energético mundial. Su liderazgo se reflejó entre los años 2014, 2015 y 2016 cuando se registró el desplome de los precios del petróleo, lo que afectó considerablemente la economía y las inversiones en el mercado internacional.
Esta vez sería Nicolás Maduro el encargado de promover la construcción de un nuevo consenso para la defensa del mercado petrolero y la recuperación de los precios del crudo. A partir de una gira relámpago por naciones petroleras, materializa un acuerdo conjunto para salvaguardar los derechos de los 13 países OPEP y 11 No OPEP con la firma de la Declaración de Cooperación para el Ajuste Voluntario de la Producción de Crudo OPEP+ en diciembre de 2016 y que entraría en vigencia en enero de 2017.
La estrategia sirvió para estabilizar el mercado energético mundial, convirtiéndose en la base de un mecanismo poderoso para la contención de los precios de los hidrocarburos.
En palabras del secretario general de la OPEP, Mohammed Barkindo, sin la intervención del presidente de la República, Nicolás Maduro, habría resultado imposible “que la OPEP pudiera sentarse con países fuera de la OPEP, liderados por la Federación Rusa”.
“Usted brindó el liderazgo necesario, nos dio orientación e inspiración necesaria, usted trabajó sin cesar para ayudarnos, para persuadir a los productores no OPEP de que trabajaran con nosotros y eso era impensable, nunca visto (…) El presidente (Vladimir) Putin de la Federación Rusa me dijo que su intervención fue la causa de que él apoyara esta iniciativa, es por ellos que en nombre de la OPEP le agradezco profundamente este rotundo liderazgo que usted ha mostrado”, aseveró el pasado 12 de mayo, luego de recibir la Orden Francisco de Miranda, en su Primera Clase, de manos del jefe de Estado y de Gobierno en el Palacio de Miraflores, ubicado en Caracas.
El rol protagónico de Nicolás Maduro sería determinante para que la OPEP retomara su estatus de fuerza coherente, característica principal de una organización unida y sólida. En este sentido, Barkindo detalló que “luego hizo que otros países No OPEP se unieran a nosotros y nuestros amigos”, lo que demostró que era posible unificar políticas favorables para el equilibrio mundial.
De esta manera, la OPEP+ se define como “la respuesta adecuada para la estabilidad del mercado, de la oferta, de la demanda, de los precios y de la economía mundial en general”, afirmó Maduro, quien recalcó que “estamos plantados como actores influyentes del nuevo mundo pluripolar, multicéntrico, de una comunidad de destino compartido”.
En 2022, ante los desafíos generados por las sanciones ilegales contra Rusia, la OPEP+ se mantendrá unidad y disciplinada para regular el mercado petrolero de acuerdo a las necesidades de la humanidad, acción que tendrá a Venezuela en la vanguardia con miras a proteger los derechos de productores y consumidores.
Prensa Presidencial / Karelis González