Palacio de Miraflores, Caracas.- Un compromiso de amor y lealtad se selló hace 9 años ante la ley con la unión en sagrado y bendecido matrimonio entre la Primera Combatiente de la República, Dra. Cilia Flores de Maduro, y el Jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro Moros. Esta unión es hoy tambien muestra de los sentimientos más puros que se expresan en hermandad y solidaridad para con las familias venezolanas en el trabajo incansable de ambos por el bienestar del pueblo en la construcción de la Patria libre, soberana y en paz.
En síntesis, Nicolás y Cilia están unidos por un destino de amor infinito. Una vida juntos que hoy se celebra por haberse consagrado bajo los preceptos del amor y las esperanzas del pueblo, de sus sueños de rebeldía, del ímpetu del trabajo, de las batallas irrenunciables por la justicia social y por la siembra del futuro.
Para ellos este camino de unión espiritual nació en 1992, cuando insurgían los tiempos políticos de cambio en la nación. La vida los unió en una lucha que pronto y sin saberlo los conduciría a consolidar un amor sempiterno: Nicolás Maduro, el leal y combativo hombre de luchas sociales y políticas; y Cilia Flores, la jurisconsulta que comprendió la incipiente, pero urgente tarea política revolucionaria que la convocaba. Ambos lucharon en torno a la libertad y las ideas emancipadoras del Comandante Eterno Hugo Chávez.
De las luchas y combates por la vida, la justicia, la paz y la alegría surgió lo que el poeta Mario Benedetti, en su poema Te quiero, describió: «en la calle codo a codo somos mucho más que dos».Entre Nicolás y Cilia floreció una relación de afectos y respetos para compartir la vida que se consolidó en los principios y bases familiares con el matrimonio de ambos, que se celebró el 15 de julio de 2013.
Entre tanto, la historia se cuenta con los años que transcurrieron después de aquel 4 de febrero de 1992, cuando insurgió una rebelión cívico-militar contra el modelo dominante que ejercían los poderes establecidos y que subyugaron al pueblo, lo que condujo a la hoy pareja presidencial a los combates que delinearon el camino de la Revolución Bolivariana para construir el sueño común que Hugo Chávez mostró como posible y, que como decía Mario Benedetti, era el derecho a que “en mi país la gente viva feliz aunque no tenga permiso”.
Otros escenarios políticos para la emancipación los convocó en los imponderables de la ofensiva por la libertad y la soberanía, esta vez desde el Poder Legislativo, donde como compañeros de ideales políticos supieron contribuir a la construcción de una Carta Magna, que, sin precedentes en la historia de la República, consagró los derechos fundamentales de todo un pueblo en diciembre de 1999. La batalla legislativa continuó en los años donde el golpismo y el guion imperialista de dominación pretendieron imponerse.
Entre tanto, también los acordes cotidianos que cita Benedetti y un pedacito de ese paraíso que él llama país, se consolidaba puertas adentro: la familia crecía con la ternura de los hijos y nietos en común y con los anhelos como los tiene cualquier hogar que sienta sus bases en los más altos valores espirituales de la confianza, el respeto y el amor.
Con la partida física del Comandante Eterno Hugo Chávez, la pareja presidencial debió asumir, en medio del dolor, las riendas del país para garantizar la paz y el proyecto Bolivariano en marcha, tal como lo establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Desde entonces, como nunca antes, se ha desarrollado una persecución contra una nación del Sur, por el modelo imperialista, como el que se ha desatado sobre el noble pueblo de Venezuela.
En medio del fragor de esta incesante batalla, los esposos Maduro-Flores han levantado las banderas de la dignidad y la valentía por el derecho a ser libres, independientes y felices, un derecho soberano de todos los nacidos en esta tierra y de quienes la acogieron como suya.
Esa misma valentía los mantiene hoy firmes y victoriosos. “Codo a codo son mucho más que dos”, que inspirados en el pensamiento del padre de la Patria Simón Bolívar y del gigante del Sur, el Comandante Hugo Chávez, siguen construyendo futuro para el país y futuro para las familias que ellos también representan con amor, humildad y compromiso.
Hoy el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Nicolás Maduro y la Dra. Cilia Flores de Maduro, Primera Combatiente, celebran la vida en matrimonio, y la consigna de los esposos, es estar siempre al lado del pueblo humilde, su fiel compañero.
Prensa Presidencial / Yndira Visnú López