Ciudad de Kuwait, Kuwait.- Con una superficie de 17.818 kilómetros cuadrados, el Estado de Kuwait es una combinación perfecta entre paisajes desérticos arenosos con una geografía prácticamente libre de todo relieve y rascacielos que dan cuenta de su moderna urbanización.
El clima kuwaití es cálido en verano (abril a octubre) con temperaturas que superan los 46°C e inviernos frescos (noviembre a febrero), aunque no suelen alcanzar temperaturas menores a los 15°C.
Su capital es el núcleo económico, comercial y cultural, erigiéndose como la síntesis perfecta entre antigüedad y modernismo, producto de un proceso de construcción adecuada a las nuevas necesidades de la población después del descubrimiento de yacimientos petroleros sin destruir su patrimonio cultural.
Un símbolo de la modernidad de Kuwait son las Torres de Kuwait, inauguradas en 1979 en el contexto de un proyecto de distribución de agua. La estructura consta de tres torres de concreto: la torre principal mide 187 metros de altura y posee dos esferas, de las cuales una destina su parte baja a un tanque de agua con capacidad para 4.500 metros cúbicos y la parte superior aloja restaurantes, un jardín interior, café y dos salas de recepción, mientras que la segunda esfera es un mirador situado a 123 metros de altura con paredes cerradas con vidrio.
La segunda torre posee 147 metros de altura y sirve como depósito de agua, en tanto, la tercera torre tiene una altura de 113 metros con una estructura similar a una aguja y alberga equipos de electricidad para iluminar las otras dos torres.
Su diseño atractivo e innovador le valió ser galardonada con el Premio Aga Khan de Arquitectura en 1980, distinción que comparte con las Torres de Agua de Kuwait, una estructura de 31 torres con capacidad de almacenamiento combinada de 102.000 metros cúbicos.
El corazón financiero de Kuwait es la Al Hamra Tower, considerado no solo el edificio más alto de la nación asiática con 412,6 metros, sino también la estructura revestida en piedra más alta del mundo. En sus instalaciones se encuentran espacios comerciales y de oficinas.
Entre los lugares con mayor afluencia de visitantes figura el Scientific Center, considerado el acuario más importante de Oriente Medio; el Museo Nacional, comprendido por cuatro edificios y un planetario; la Torre de la Liberación, una de las estructuras de telecomunicaciones más altas del mundo y la Gran Mezquita, entendida como un ejemplo de estilo islámico tradicional.
La identidad kuwaití también se refleja a través de su gastronomía, definida como una fusión de la cocina árabe, persa, india y mediterránea. El pescado es parte importante de la dieta, siendo los favoritos locales el hamour (mero), safi (pez conejo) y soba (besugo). También es común el consumo del khubz, un pan plano cubierto con semillas de sésamo que suele servirse con mahyawa (salsa de pescado).
El plato insignia es el machboss que consiste en una base de arroz sazonado con especias y carne de cordero, pollo o pescado; el muttabaq samak que es pescado servido sobre arroz cocido en caldo de pescado bien condimentado y el murabyan compuesto de arroz con camarones. Sus dulces representativos son el asida (masa de harina de trigo cocida con mantequilla o miel), balaleet (fideos dulces de azafrán con una tortilla encima) y bayth elgitta (galleta frita rellena con una mezcla de nueces molidas y mezcladas con azúcar en polvo).
Por otro lado, la tradición musical de Kuwait está caracterizada por la influencia rítmica del África Oriental y la India, además por su innovación con el sawt que se describe como un tipo de música popular con aires de blues, popularizado por Shadi al Khaleej en 1970.
Entre sus danzas tradicionales se encuentra el ardah, protagonizada por hombres -que pueden o no estar empuñando una espada- distribuidos en dos filas opuestas entre sí, acompañada por tambores, panderetas y poesía cantada. En diciembre de 2015, el ardah fue incluido en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).La costumbre teatral y la poesía kuwaití es ícono de los países del Golfo Arábigo, aunque el cine, la radio y la televisión gozan de particular éxito en los países vecinos.
En la cultura kuwaití destacan las festividades relacionadas con celebraciones nacionales, especialmente las que marcan la independencia y la liberación o actos religiosos en consonancia con el calendario musulmán. Entre las más populares figuran el Día Nacional que marca el surgimiento final de Kuwait del dominio otomano y su transformación en país independiente y el Eid el-Fitr que representa el final del Ramadán con festivales que se extienden por varios días.
Prensa Presidencial / Karelis González