Palacio de Miraflores, Caracas.- La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) celebra su vigésimo aniversario como un faro de integración regional, un bastión de soberanía y un motor de desarrollo sustentable que ha transformado la vida de millones demostrado su resiliencia y compromiso con los pueblos latinoamericanos y caribeños.
Fundada el 14 de diciembre de 2004 por los comandantes Fidel Castro Ruz y Hugo Chávez Frías, el ALBA surgió como una alternativa al neoliberalismo en un momento de auge de gobiernos progresistas en la región, proyectándose con principios de cooperación y complementariedad, cuya agenda de acción apunta a la transformación de sociedades más participativas y solidarias, sin desigualdades en atención a las demandas de los pueblos soberanos que construyen la Patria Grande.
Desde sus inicios, la alianza ha unido a gobiernos y pueblos erigiéndose como un estandarte de la integración regional sin tutelajes, asimismo, ha fomentado el desarrollo sustentable y la formación integral del capital humano necesario para el crecimiento colectivo. Apostar por el bien común le permitió al ALBA-TCP sumar logros trascendentes.
En tiempos en que el individualismo y la exclusión parecen dominar, esta organización ha apostado por el bien común, logrando hitos trascendentes en áreas que van desde la educación hasta la salud, la cultura y la economía.
Uno de los logros más significativos fue la declaración de Venezuela, Bolivia y Nicaragua como Territorios Libres de Analfabetismo. A través de programas educativos innovadores, más de un millón de personas han aprendido a leer y escribir, rompiendo cadenas de exclusión que parecían eternas y con este esfuerzo no solo ha empoderado a individuos, sino que ha sembrado las semillas de una nueva conciencia social.
En el ámbito sanitario, la Misión Milagro ha devuelto la vista a más de seis millones de personas, un acto de generosidad que resuena en cada rincón de América Latina y el Caribe. Las sonrisas recuperadas son testimonio del compromiso inquebrantable del ALBA-TCP con la vida y la dignidad humana.
Además, el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano «Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa» ha brindado esperanza a familias enteras, ofreciendo atención especializada a niños con malformaciones cardíacas.
El impacto del ALBA-TCP se ha sentido aún más en tiempos de crisis, ya que durante la pandemia de COVID-19, la alianza se convirtió en un pilar fundamental para enfrentar la emergencia sanitaria, creando un Banco de Medicamentos y un Fondo Humanitario que garantizó a aquellos países más vulnerables acceder a vacunas y tratamientos, demostrando que la solidaridad es más poderosa que cualquier adversidad.
Pero el ALBA-TCP no solo ha sido un actor en el ámbito sanitario; su influencia se extiende al campo cultural y comunicacional.
En este sentido, la fundación de La Radio del Sur y el canal Telesur ha permitido que las voces de los pueblos resuenen con fuerza, desafiando las narrativas hegemónicas que buscan silenciar la diversidad, también en el terreno deportivo, los Juegos del ALBA han reunido a más de 10 mil atletas de 31 países, celebrando la unidad y el talento latinoamericano.
Con el objetivo de promover políticas públicas que estimulen la participación activa de los jóvenes en julio del año 2022 fue creado el Observatorio Internacional de la Juventud, esto demuestra el compromiso del ALBA-TCP con las nuevas generaciones.
En la XXIII Cumbre del ALBA-TCP celebrada en Caracas, el presidente venezolano Nicolás Maduro destacó la importancia histórica de la alianza, señalando que «ha demostrado una gran capacidad para estar en el centro de la verdad, por el derecho de los pueblos al desarrollo, a la independencia, a la paz, a la democracia, a la libertad, a la soberanía».
La cumbre, que contó con la participación de presidentes y primeros ministros de países miembros como Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y Santa Lucía, entre otros, este escenario fue propicio para reafirmar los objetivos y proyectar el futuro de la organización.
Un aspecto destacado de la reunión fue la presentación de la Agenda Estratégica del ALBA-TCP 2030, un plan visionario que establece siete líneas de acción para guiar el trabajo de la alianza en los próximos años. Entre las propuestas más relevantes se encuentran:
1. Relanzamiento de Petrocaribe: Se busca revitalizar esta iniciativa energética tras las dificultades causadas por sanciones internacionales.
2. Agenda ALBA 2030: Un plan ambicioso que incluye la creación de una agencia de cooperación y desarrollo, y un enfoque renovado en la seguridad alimentaria.
3. Fortalecimiento de la integración económica: Buscar nuevas formas de cooperación económica en un mundo post-pandemia.
4. Ampliación de la participación: Continuar incluyendo movimientos sociales y sociedad civil en los procesos de integración.
5. Adaptación a nuevos desafíos globales: Abordar temas como el cambio climático, la transformación digital y la recuperación económica post-COVID.
A través del Tratado de Comercio de los Pueblos y otros mecanismos económicos, el ALBA-TCP ha avanzado en la construcción de un espacio basado en la interdependencia y la solidaridad. En un contexto marcado por bloqueos comerciales y financieros, esta alianza se erige como un modelo alternativo que desafía las dinámicas tradicionales del poder.
En cada paso dado por el ALBA-TCP resuena el eco de las enseñanzas de Simón Bolívar y José Martí, quienes soñaron con una América Latina unida y libre. Hoy, esa visión se convierte en realidad a través de la lucha conjunta contra las amenazas a la estabilidad regional y la defensa firme de la soberanía.
A medida que el ALBA-TCP ya comenzó su rumbo a la tercera década, y se enfrenta en su paso con reto de mantener su relevancia y efectividad en un escenario geopolítico cambiante, mientras continúa promoviendo su visión de una América Latina y Caribe más integrada, soberana y solidaria.
En el ocaso de una era, resuena la poderosa voz del comandante Hugo Chávez, quien en una rueda de prensa en 2007 nos recordaba que “cuando el sol va naciendo: cada día se ve más claro, cada día está mejor colocado sobre el horizonte”, palabras que reverberan en nuestros corazones, evocando la esperanza que se alza como un faro, así es el ALBA-TCP, una luz que irradia unidad y solidaridad entre los pueblos de América Latina y el Caribe, un pacto que trasciende fronteras y nos invita a soñar con un futuro donde la justicia y la dignidad ilumine nuestro horizonte.
Prensa Presidencial / Eduardo Hueck