Palacio de Miraflores, Caracas.- En el programa «Perspectivas» de Radio Miraflores 95.9 FM, la abogada y analista internacional Isabel Frangie reflexionó sobre el papel fundamental de Venezuela en el escenario global y la fortaleza del pueblo ante las adversidades económicas, en el contexto del mensaje anual a la Nación del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro.
Una Revolución de convicciones
La abogada y analista internacional libanesa-venezolana, Isabel Frangie, expresó su profundo compromiso con el proceso político revolucionario del país. En sus declaraciones, resaltó la conexión emocional que el presidente Nicolás Maduro tiene con el pueblo: «Lo vi hablando desde el corazón antes de hablar con la mente; estaba desnudo emocionalmente frente a su gente. La verdad es que estábamos viendo al ser humano, al compatriota revolucionario.»
Frangie enfatizó que el presidente venezolano no sólo se presenta como una figura política, sino como un ser humano comprometido.
Rescató estas palabras del jefe de Estado: «Soy yo, aquí estoy, lo único que tengo frente a ustedes es mi esfuerzo, mis convicciones, mi todo, mi ser para dárselo al pueblo en esta batalla contra las adversidades.»
La lucha global y la fortalecida legitimidad nacional
En su análisis, la abogada mencionó que Venezuela se encuentra inmersa en una lucha ecuménica, en un contexto global donde las transformaciones geopolíticas y económicas son inevitables. «Un mundo que está pasando de un siglo a otro, y nosotros tenemos un líder claro y seguro, aferrado a los cimientos políticos que son firmes y bien anclados en el pueblo», subrayó.
En la entrevista, también abordó la situación internacional, donde identificó «dos bandos» en la contienda electoral venezolana. «Uno busca su legitimidad desde la calle, mientras que el otro vive en una realidad ficticia, en redes sociales tratando de obtener reconocimiento internacional sin raíces en su pueblo. Esa es la diferencia fundamental», explicó.
Frangie afirmó que el reconocimiento mundial hacia el gobierno del jefe de Estado, Nicolás Maduro, ha crecido a pesar de las críticas, siempre defendiendo que «la adversidad de la oposición se basa en mentiras,» mientras que la verdad del pueblo venezolano es evidente.
Transformación de un país hacia la pluripolaridad
«No es fácil la transformación contra la hegemonía internacional,» advirtió Frangie, quien destacó la importancia del giro estratégico hacia socios como Rusia y otras naciones del mundo asiático. «La paz se construye respetando la multipolaridad; no puede haber imposiciones en un mundo donde los pueblos buscan su bienestar.»
Aunque Venezuela no ha sido incluida formalmente en el BRICS, Frangie subrayó que el país juega un papel estratégico en las alianzas que forman parte de este bloque emergente. «Venezuela tendría mucho que aportar a esta agrupación de naciones, ya que comparte con ellas el deseo de construir un nuevo orden internacional más equitativo. El pueblo venezolano es un socio natural en la búsqueda de un modelo multipolar que beneficie a todos.»
El humanismo solidario de la Revolución Bolivariana
La Revolución Bolivariana ha sido un faro de esperanza para aquellos pueblos que han sufrido las injusticias y desigualdades del orden global. Durante mas de 20 años esta revolución ha buscado no sólo transformar la realidad de Venezuela, sino también extender su solidaridad hacia naciones en vulnerabilidad, como Palestina.
La esencia de este proceso revolucionario radica en un profundo humanismo, que prioriza el bienestar y la dignidad del ser humano. En este contexto, Venezuela se alza al lado de los pueblos oprimidos, denunciando los intereses políticos y económicos que perpetúan la violencia y el sufrimiento en regiones como Gaza y Líbano, donde el despliegue de políticas imperialistas busca aniquilar la resistencia y expoliar sus recursos.
Isabel Frangie concluyó con una interesante comparación entre la ruptura del orden constitucional que sufrió el pueblo y presidente sirio Bashar al-Assad en 2024 y los eventos que marcaron la historia de Venezuela en el Golpe de Estado en abril de 2002. Ambos casos evidencian cómo los intereses de la derecha extrema, respaldados por alianzas mediáticas, económicas y fascistas, buscan desestabilizar gobiernos que defienden la soberanía de sus pueblos.
La diferencia notable radica en la respuesta decidida del pueblo venezolano y la unión cívico-militar que, ante el secuestro del Comandante Hugo Chávez, logró devolverlo al poder en Miraflores.
«Dado que Bashar al-Assad no ha hecho declaraciones a su pueblo hasta el momento, hay una gran ambigüedad en torno a su salida del gobierno. No tiene acceso a declaraciones oficiales. En contraste, en el caso de Venezuela, la suerte que tuvimos fue que la Revolución Bolivariana forjó un pueblo consciente y astuto, con la valentía que caracterizó la fusión cívico-militar que salvó a la patria gracias a la comprensión profunda de los desafíos patrióticos”, finalizó.
Prensa Presidencial/ Luis Tavera