Avenida Bolívar, Caracas.- Con expresiones de amor patrio, el pueblo recibió al candidato de la paz, Nicolás Maduros, quien en un relato cargado de emotividad compartió momentos de su vida que revelan sus raíces, formación y compromiso con la Nación venezolana.
«Yo nací en esta ciudad, frente a esa montaña que se conoció siempre como el Ávila pero su nombre original es el Warairarrepano», inicia Maduro sus palabras, rememorando todos estos años en Caracas.
Desde su infancia en los barrios hasta su formación cristiana junto a su madre, quien le inculcó los valores de Jesucristo, Maduro destaca la influencia familiar en sus convicciones.
“Mi madre, quien puso la primera biblia y me enseñó el valor de nuestro señor Jesucristo, Jesús de Nazaret, el que caminaba con los campesinos y los pescadores, el que vino a denunciar los abusos del imperio romano, el que vino a multiplicar panes y peces frente al mar. Jesús de Nazaret, que tocaba las heridas de los leprosos, que abrazaba a los que tenían una enfermedad, que hacía ver a los ciegos”, detalló.
Su padre, figura clave en su desarrollo ideológico, le inculcó una visión nacionalista y patriótica, moldeándolo como un joven de izquierda socialista y antiimperialista.
«(…) la primera vez que escuché la palabra socialismo, lo escuché de la voz de mi padre que me dio las primera explicación de por qué la izquierda socialista es lo mejor, porque la izquierda busca la igualdad, el respeto, la unión, la solidaridad, el amor, la reivindicación de los oprimidos, la superación de la pobreza, la superación de la opresión», reflexionaba Maduro sobre los ideales que lo guiaron desde temprana edad.
El encuentro con Hugo Chávez Frías marcó un punto de inflexión en su vida, describiéndolo como un padre y un maestro no solo para Venezuela, sino para toda América Latina.
“El líder que Venezuela necesitaba para salir de los siglos de opresión y de traición, Hugo Chávez Frías que se transformó en un padre y un maestro para todo un pueblo (…), fue un padre y un maestro para América Latina, el Caribe y el mundo, para el pueblo colombiano, para el pueblo brasilero, para el pueblo argentino, para el pueblo uruguayo, para el pueblo boliviano. La época de primavera no hubiera existido en América Latina si no hubiera existido un comandante, padre y maestro, Hugo Chávez Frías”, subrayó ante la monumental concentración de pueblo en la avenida Bolívar de Caracas.
Bajo la protección del líder revolucionario, Maduro se acercó al legado de figuras como Simón Bolívar, Antonio José de Sucre y Ezequiel Zamora, forjando su identidad como bolivariano y zamorano.
Desde sus experiencias cotidianas en las calles y fábricas de Caracas, donde afirma haberse formado, hasta su ascenso a la cancillería, designado por Chávez en 2006, fue un hito que desafió sus convenciones establecidas.
«A ti te odian porque eres obrero, a mí porque soy el arañero», relata Maduro las palabras de Chávez, enfrentando la oposición y la discriminación con determinación.
Nicolás Maduro revela un camino marcado por la lucha, la ideología y el compromiso con una visión de justicia social y soberanía, desde sus raíces humildes hasta su liderazgo actual, cada palabra resuena con la historia de un hombre que ha encontrado su propósito en la defensa de los ideales que lo han moldeado.
Prensa Presidencial / Eduardo Hueck