Palacio de Miraflores, Caracas. – El pueblo venezolano hace 33 años fue testigo de un “por ahora”, que hizo resurgir la esperanza que comenzó a florecer en las entrañas de los más humildes, frase que sigue más vigente y fuerte que nunca.
En un contexto de renacimiento económico, victorias sociales desde la llegada de la Revolción Bolivariana, Venezuela conmemora este martes el Día de la Dignidad Nacional, fecha de la rebelión cívico-militar que en el año 1992 encabezó el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, el cual es considerado como el alzamiento de la voz del pueblo contra el neoliberalismo y capitalismo durante el mandato de Carlos Andrés Pérez
El 4 de febrero de 1992 no fue un día cualquiera en la historia venezolana. Fue el momento en que un grupo de militares patriotas, liderados por el Comandante Hugo Chávez, decidió decir «¡basta!» a las políticas neoliberales impuestas por un régimen que había sumido al país en la miseria y la desigualdad.
La efeméride no es sólo un recordatorio histórico; es un llamado a la acción. En un contexto global donde las fuerzas fascistas y neoliberales intentan imponer su agenda, el legado del 4F se mantiene vivo en la lucha diaria del pueblo venezolano por su soberanía y su derecho a la autodeterminación.

El pueblo venezolano: Un ejemplo de resistencia y dignidad
Venezuela no es un país fácil de doblegar. Desde la gesta independentista de Simón Bolívar hasta la rebelión del 4 de febrero, su historia está marcada por la lucha contra la opresión y la defensa de la justicia social. El pueblo venezolano ha demostrado, una y otra vez, que no está dispuesto a arrodillarse ante los intereses imperialistas.
Hoy, frente a un bloqueo económico y una campaña mediática internacional que busca deslegitimar su proceso revolucionario, Venezuela sigue en pie. Las más de mil Medidas Coercitivas Unilaterales impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea junto a las medidas restrictivas del sistema financiero, no han logrado quebrar el espíritu de resistencia que caracteriza a este pueblo.
Testimonios de la resistencia: Víctor Cruz y el espíritu del 4F
Para entender la magnitud de lo que significó el 4 de febrero, es necesario escuchar a quienes vivieron y lucharon en aquella gesta. Víctor Cruz, militante de la Revolución Bolivariana, conversó con el equipo de Prensa Presidencial y compartió su visión desde lo militar y lo histórico:
«El 4 de febrero partió en dos la historia de Venezuela. Fue el momento en que un grupo de jóvenes militares, inspirados por las ideas de Bolívar, Zamora y Robinson, decidieron alzarse contra un sistema corrupto y entreguista. El ‘Por Ahora’ de Chávez no fue una derrota; fue el inicio de un proceso que cambió el rumbo del país.»
Cruz destacó que el espíritu revolucionario se mantiene vivo gracias a la doctrina Bolivariana y a la conciencia política del pueblo.
«La Revolución Bolivariana no fue una acción fortuita. Tuvo un basamento ideológico y doctrinario que sigue vigente hoy. Fue Chávez quien levantó la moral del pueblo y rescató a Bolívar de las estatuas para ponerlo a galopar por América Latina.»

La defensa de la Revolución en tiempos de guerra económica
La derecha venezolana, aliada con intereses imperiales, no ha cesado en su intento de derrocar a la Revolución Bolivariana. Desde llamados a una intervención militar extranjera hasta la promoción de sanciones económicas, su objetivo es claro: doblegar al pueblo y recuperar el control de un país rico en recursos naturales.
Sin embargo, como señaló Cruz, «33 años después del 4F, estamos más conscientes y firmes que nunca. Si la derecha intenta arrebatarnos el poder por la vía violenta, volveremos a levantar los fusiles y a decir ‘Por Ahora’, pero esta vez para siempre.»
El futuro de la Revolución: Conciencia, estudio y unidad
El desafío actual es mantener viva la llama de la Revolución en las nuevas generaciones. Para Cruz, la clave está en el estudio constante de la doctrina bolivariana y en la unidad cívico-militar.
«La fusión cívico-militar-policial impulsada por el presidente Maduro es fundamental para garantizar la defensa de la Patria. Pero también lo es la participación del pueblo en los Consejos Comunales, las Comunas y los sindicatos.»
El mensaje para los jóvenes es claro: «Ustedes no vivieron el 4F, pero tienen la historia como herramienta. Estudien, analicen y profundicen en las ideas de Bolívar, Chávez y todos los próceres que lucharon por nuestra libertad. La Revolución Bolivariana es irrevocable, y su futuro depende de su compromiso y conciencia.»
La nueva Generación Bolivariana
En la actualidad desde la visión de la Generación Joven la lucha histórica del pueblo se revive desde la Revolución Bolivariana.
Para Gabriela Zavala, joven militante de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela, el 4 de febrero de 1992, es un día que marcó un antes y un después en la lucha por la dignidad y la esperanza en Venezuela.
“La rebelión cívico-militar que ocurrió el 4 de febrero de 1992 es una consecuencia directa de la unión cívico-militar contra el capitalismo y el neoliberalismo, sistemas que mantuvieron a un pueblo oprimido e invisibilizado durante más de 40 años. Por ello, actualmente conocemos el 4F como el Día de la Dignidad y el Rescate de la Esperanza para un pueblo que ha sufrido”, afirmó Zavala.
Con 26 años de Revolución Bolivariana, la representante de Generación Joven destacó que “la unión cívico-militar ha sido el gran motor para abordar la inmensa deuda social en materia de vivienda, salud y educación, entre otros aspectos. Esto se ha logrado a través de las misiones sociales, que han permitido mejorar el bienestar y la calidad de vida de la población más desfavorecida”.

En cuanto a la juventud actual, Zavala comentó: “Como joven del presente, el espíritu humanista y revolucionario vivido durante la época del comandante Chávez define nuestra realidad actual, resaltando la importancia de la justicia social, la igualdad y la defensa de los derechos de los más vulnerables”.
Finalmente, hizo hincapié en que “el legado más significativo que esa época dejó para la juventud actual es la inspiración para involucrarse en la construcción de un país más justo, inclusivo y democrático. Esto implica impulsar la reflexión crítica, fomentar la participación ciudadana y defender los valores éticos en la sociedad”.
4F un legado de lucha y unidad
Sarah Tavera, vicepresidenta de la Federación Venezolana de Estudiantes de Educación Media (FEVEEM) y miembro de la Generación Genial, también compartió sus reflexiones sobre la importancia de esta fecha histórica y el legado del comandante Hugo Chávez.
“Desde mi punto de vista como joven nacida dentro de esta Revolución, creo que la lucha histórica del pueblo venezolano se manifiesta en la profunda conexión que existe entre la comunidad y las fuerzas militares”, expresó Tavera. “Estas fuerzas han sido vistas como un pilar de defensa de la soberanía nacional y un aliado en la resistencia contra el neoliberalismo”.

Tavera destacó que “la historia de Venezuela está marcada por una lucha constante contra la explotación y la opresión, y hoy en día es más que evidente que esa resistencia se refleja en la unidad del pueblo con las fuerzas armadas, que se han comprometido a defender los logros sociales alcanzados en años recientes”.
“Hay un dicho muy importante que me encanta resaltar: Cuando el camino se pone difícil, sólo los valientes se levantan y siguen. Nosotros, como juventud, estamos llamados a levantarnos, aunque el camino sea escabroso”, añadió, rememorando las enseñanzas del comandante Chávez.
Sobre el legado del Comandante Chávez, Tavera dijo: “El espíritu humanista y revolucionario que se vivió durante su época se puede definir como un proceso de inclusión social, donde el pueblo fue protagonista de su propia historia. Chávez logró despertar una conciencia colectiva que promovía valores como la solidaridad, la justicia social y el respeto por los derechos humanos”.
“Durante su mandato, se implementaron políticas que buscaban empoderar a los sectores más vulnerables de la sociedad, garantizando así educación, salud y vivienda”, continuó Tavera. “Para nosotros, como jóvenes en el presente, el legado más importante que aquella época representa es el sentido de pertenencia y la reafirmación de nuestra identidad como venezolanos”.
La vicepresidenta de FEVEEM subrayó: “El comandante Chávez nos enseñó que es posible construir un país diferente, donde el poder reside en el pueblo y no en las élites. Antes no se le daba poder a la juventud, y este legado nos impulsa a seguir luchando por un futuro en el que todos tengamos voz y participación en las decisiones que afectan nuestras vidas”.
“Estamos llamados a aportar aquello que nos corresponde para hacer irreversible esta Revolución bolivariana. Como decía nuestro hermano y joven mártir Robert Serra, es nuestro trabajo como juventud asegurarnos de que esta Revolución sea irreversible”, concluyó Tavera, reafirmando su compromiso con la lucha por un país que proseguirá el legado del comandante Chávez.
En el año 2000, el líder Bolivariano expresó que los sacrificios de aquel día valieron la pena.
“Claro que valió la pena, tomar un fusil y salir a la medianoche a buscar un camino. No había otra alternativa, no teníamos otra salida. Vean los resultados, preguntémonos todos, esa pregunta que es muy popular: ¿qué pasaría en Venezuela hoy si no hubiese ocurrido el cuatro de febrero de 1992? Yo tengo una hipótesis, yo tengo una creencia: si no hubiese ocurrido la rebelión militar, popular, apoyada por el pueblo del cuatro de febrero, yo creo que aquí Venezuela hubiese entrado en una guerra civil hace varios años, porque no hay mal que dure 100 años ni pueblo que lo resista. Gracias a Dios ocurrió el 4 de febrero y evitó tragedias mucho mayores a nuestro pueblo”, aseguró el Comandante Chávez.

El 4F hoy
A más de tres décadas de la Rebelión Cívico-Militar del 4 de febrero de 1992, el legado de aquella gesta histórica sigue siendo un faro de dignidad y resistencia para Venezuela y el mundo. En un contexto global cada vez más polarizado, el pueblo venezolano demuestra que la lucha por la justicia social y la soberanía no tiene fecha de caducidad.
Hoy, Venezuela enfrenta al mismo imperio que, hace 33 años, intentó arrebatarle su soberanía e independencia. Con una alianza indestructible entre el pueblo, las fuerzas militares y los sectores políticos, la nación bolivariana se mantiene firme en su decisión de defender los logros alcanzados en más de dos décadas de Revolución.
El comandante Hugo Chávez, en aquel histórico día, pronunció unas palabras que resonaron como un llamado a la esperanza: «Por ahora, los objetivos no se lograron en la capital». Tres décadas después, ese «Por Ahora» se ha transformado en un «Para Siempre». La Revolución Bolivariana no solo sigue en pie, sino que avanza con un pueblo más consciente y organizado que nunca, dispuesto a defender su patria con orgullo y dignidad.
Desde la Venezuela Bolivariana, la voz del pueblo se alza con fuerza para decirle a la oligarquía que no podrán con su espíritu de lucha. En medio de circunstancias complejas y adversas, pero llenas de posibilidades, el pueblo marcha hacia un destino mejor, guiado por la Doctrina Bolivariana y la convicción de que la Patria es «la América unida en nación».
Desde la Venezuela Bolivariana, la voz del pueblo se alza con fuerza para decirle a la oligarquía que no podrán con su espíritu de lucha. En medio de circunstancias complejas y adversas, pero llenas de posibilidades, el pueblo marcha hacia un destino mejor, guiado por la Doctrina Bolivariana y la convicción de que la Patria es «la América unida en nación».
El presidente Nicolás Maduro, con una profunda comprensión de la situación global, lidera junto al pueblo bolivariano, virtuoso y rebelde, una resistencia activa frente a los intentos de desestabilización. La fusión perfecta entre lo popular, lo militar y lo policial, bajo la consigna de que «sólo el pueblo salva al pueblo», se erige como un muro de contención frente a las conspiraciones imperiales y los ataques internos de una burguesía apátrida.
Legitimado en tres elecciones presidenciales libres, soberanas y democráticas, el presidente Maduro ha demostrado una conducción certera en la lucha política y de masas, así como en la diplomacia de paz y diálogo. Su liderazgo ha permitido superar escenarios críticos, como la escasez de alimentos y medicinas durante las guarimbas, y ha evitado la incertidumbre de una guerra civil.
A pesar de las Medidas Coercitivas Unilaterales impuestas por el imperio y la complicidad de sectores apátridas, Venezuela hoy vive en paz social y experimenta un renacer económico. El legado del 4 de febrero de 1992, de lucha y resistencia, sigue vivo en cada venezolano que defiende su patria y en cada victoria que consolida la Revolución Bolivariana como un proyecto de justicia, igualdad y soberanía.
La Revolución no se detiene. Avanza, con el pueblo como protagonista, hacia un futuro de dignidad y en defensa de su modelo político.
Prensa Presidencial/ Luis Tavera