Palacio de Miraflores, Caracas.- Venezuela conmemora 107 años del nacimiento del artista César Rengifo, padre de la dramaturgia venezolana contemporánea y amante del teatro, quien se dedicó durante su vida al desarrollo permanente de las expresiones culturales en nuestra nación. Se caracterizó por representar y difundir tanto las problemáticas sociales como las costumbres a través del arte.
Su figura y obra representan la urgencia por construir otro futuro desde una sociedad profundamente nacionalista, con raíces en principios anticapitalistas y antiimperialistas.
Su obra está llena de personajes auténticos: mujeres, indígenas, afrovenezolanos, campesinos, niños y niñas. Su paisaje pictórico es la tierra y su gente, la naturaleza dramáticamente visibilizada. Su legado didáctico vivió en los teatros populares, comunitarios, experimentales y universitarios que promovió en vida. Su legado creador queda en su labor como periodista e investigador, como narrador y poeta.
César Rengifo, nació en Caracas el 14 de mayo de 1915. Estudio en la Academia de Bellas Artes de Caracas, de la que egresó en 1935, perteneció con Pedro León Castro, Gabriel Bracho, Héctor Poleo, al grupo de pintores venezolanos influenciados por el muralismo mexicano y su ideología.
En el año 1936 obtiene una beca del Ministerio de Educación y marcha a Santiago de Chile para especializarse en pedagogía de las artes plásticas.Rengifo, salta a la Academia de San Carlos de México y adopta la técnica del muralismo de los grandes pintores mexicanos, lo que lo acercaría a la obra de uno de los máximos referentes de esta técnica como es Diego Rivera. A partir de este momento, Rengifo, haría prevalecer en el mensaje de su obra la temática social. En tanto, para materializarla utilizó el empaste liso y los efectos de relieve y de claroscuro.
De vuelta a Venezuela en el año 1939, hace su primera exposición individual en el museo de Bellas Artes de Caracas y se estrena en la Dramaturgia con la obra ¿Por qué canta el pueblo? alusiva a Juan Vicente. Gómez, muerto en 1935.A partir de este momento abandona su militancia en ambas disciplinas y se convierte en animador y promotor de múltiples actividades culturales.En el año 1952 funda una agrupación teatral denominada Máscaras. En el año 1955, tuvo la oportunidad de demostrar lo aprendido en México al hacer el mural »Amalivaca» en la caraqueña Plaza Diego Ibarra, al centro de la ciudad.
También se desempeñaría en la función pública, entre los años 1958 y 1960, en el cargo de Director de Extensión Cultural de la Universidad de Los Andes en la ciudad de Mérida. Entre los grandes aportes que hizo desde esta función se cuenta el de la creación de la Escuela de Artes Plásticas de la mencionada ciudad.
Años después en 1973, por encargo de la comisión del »Sesquicentenario de la Batalla de Carabobo» pintó el mural » Creadores de la Nacionalidad» en el Paseo Los Próceres, en Caracas. Entre sus obras de teatro escribe »Armaduras de Humo», (1951). En 1947 »Curayú».
En 1954 obtiene como premios: premio Nacional de pintura y el premio Antonio Esteban Frías en el salón oficial y en 1980 premio Nacional de Teatro. Muere en Caracas el 2 de noviembre de 1980.
Desde la Revolución Bolivariana se ha promovido su legado. Como muestra de ello, el 10 de mayo de 2016 los restos del dramaturgo fueron trasladados al Panteón NacionalEn ese contexto, el presidente, Nicolás Maduro, sostuvo que los pueblos no solo luchan con espadas sino también con cultura, poesía, arte, identidad cultural y amor a su país.
«César es un gigante de la creación de la cultura popular, de los que luchamos con amor a favor del bienestar de nuestra patria», dijo al referirse al legado que dejan el dramaturgo y el artista plástico.Hoy el pueblo venezolano mantiene su legado creador cultural y social que apuntó siempre al rescate de nuestra identidad como patrimonio de emancipación.
Prensa Presidencial